(Imagen referencia) La labor del arquitecto se basa en una relación muy estrecha entre los espacios que diseña y las personas que los habitan. Tenemos una gran responsabilidad en que esta relación sea muy armoniosa para asi hacer un aporte positivo a la salud de sus ocupantes. Una buena arquitectura implicará una vida saludable de sus ocupantes tanto en el ámbito familiar como laboral. Por el contrario, una mala arquitectura, traerá problemas que pueden afectar las relaciones, sensaciones, comunicación y salud de las personas. El Feng Shui, arte oriental milenario, busca precisamente esta armonía, este equilibrio. Trabaja con las energías sutiles, imperceptibles del espacio y de las personas y que están presentes e interactuando permanentemente. En este blog mostraré ejemplos de desarrollo personal como profesional y también "buenos ejemplos" de arquitectos de renombre mundial.
Comentarios